Un recuerdo, un año más

 Como evitar que el tiempo se nos escape de los dedos, como intentar agarrar esos ratos pasados y como atrapar las ilusiones del comienzo que han sido y no han podido ser.

Recuerdos enlatados en un pedazo de papel, memorias de recreos, y juntos sin querer. Lo que dura un parpadeo es ya una foto de todos, una orla que todos ansiamos tener.

Todo la historia empieza un feliz dia de Septiembre, si ,  las risas, y los gritos de alegria al ver a tus amigos a la vuelta del verano se escuchan a media manzana de distancia. Los abrazos también se hacen notar, casi sin dejar hueco a todas las historias y anécdotas que todos queremos contar.

La clase de letras, la mejor del mundo, " mi familia y otros animales", que risas nos hemos echado...

Hemos sido tan poquitos que no queda nadie que no halla hablado con ninguno, y juntos hemos luchado contra las injusticias y los exámenes más chungos.

Ha habido muchas cosas de las que nos vamos a acordar,  y que nos han unido un poquito más; no solo con nosotros mismos, sino con los de las otras clases. Como el viaje a París, que siempre tendrá un rinconcito en nuestros corazones. Como la valentia que demostraron nuestros estupendos profes cuando no nos querían devolver la fianza, o, la pedazo meredola que nos echamos el último día de Paris, no se si fué algo así como dos horas mangando la comida del hotel, hasta que nos cerraron cualquier forma de suminnistro de comida. O, caminar bajo el cielo de París , o las noches en el autobús de vuelta al hotel cantando canciones, o, en mi caso, "La última cena" bueno mejor dicho: La última después de la penúltima,bueno si, la última; aunque nadie se imagina que me refiero a una cena de patatas con queso, mientras nos pintabamos las uñas con unos cuantos pepinos en la cara.

Pero creo que me estoy desviando del tema, bueno, también queda Barcelona, pero eso solo para los que tuvimos la mejor suerte, el grupo de periodismo, esas noches hablando hasta las cuatro de la mañana, cosas que también están grabadas a fuego en nuestros recuerdos.

No me averguenzo de asegurar que al ver al futuro cada vez acercarse más, siento miedo, miedo de dejar de ser esa niña con sueños por cumplir, al ver que cada vez voy acercandome más a algo o alguién que algún día llegaré a ser. Oigo a los profesores decir , que debemos elegir algo pronto, ya mismo, y he decidido: cerrar los ojos lo más fuerte que puedo y prometer llevarme este año siempre conmigo.

Quedan ya tan lejos las sonrisas tras nuestro último adiós, quedan ya tan lejos las palabras tras la última discusión. Quedan ya tan lejos las miradas tras nuestro último guiño con suerte y que lejanos quedan ya los : " ya se ha acabado el verano, y nunca paré de recordarte".
Quedan ya tan lejos los proyectos y aquellas ganas de reir, quedan ya tan lejos los motivos que nos invitaron a venir.

Quedan ya tan viejas aquellas fotos que nos hicimos por ahí, y sobre todo quedan ya muy atrás aquellos paseos, vendiendo papeletas por Madrid.

Pero lo que si que queda y hemos podido conseguir, es :  Que ya hemos creado las historias y los recuerdos que promertimos compartir.

Y pienso: Los proyectos que empezamos             ¿ Dónde irán?

Y esta es la conclusión a la que he llegado: ¿Cuántos gramos pesa la alegría? ¿ Cuánto pesa el miedo el miedo a ser feliz? Tomar estas palabras como enseñanza para que el siguiente año,  podais conseguir todo lo que os propongais, y que nada vale más que vuestra felicidad y una simple sonrisa.