Princesa....¡Valla cuento!

He tirado mi corona, me escapé de mi castillo, he visto las estaciones, y con la pintura de mil amores he dibujado un millón de corazones. Las luces de mis ojos, son  la luz de las estrellas y un pedazo de luna, el deseo de unos pocos; mientras los cuentos de hadas: ilusiones de otros. No dejemos de soñar nunca ni por un solo momento, no dejemos de volar esas cometas que son nuestros sueños, y llevarlas lejos gracias al viento, y deje que mis problemas se fueran con el tiempo. Pronto olvidé que muchas veces hay que dejar de hacer caso a la razón, y acabé por guardar mi estrella en un cajón. Curiosa la forma que fantaseamos con lo que queremos y echamos tanto de menos. Deberíamos dejar de pensar en historias con un buen final, donde las ilusiones no sean solo de cristal. Simplemente mientras la historia te haga feliz, la disfrutes y este bien, no importará si acaba bien o acaba mal. Deje  mis latidos a un solo ritmo, y deje que mis problemas se fueran con el tiempo y poco a poco ir escribiendo palabras en cualquier cuento.
 Abandoné a la razón por seguir al corazón, y me choqué con un montón de dragones, dejé que mis lágrimas cayeran de mil colores. Yo sigo creyendo en castillos y princesas, ya he besado muchas ranas y ninguna con sorpresa. ¿Pero quién dijo que fuera fácil ser una princesa? Yo si que soy una princesa que mirando al horizonte, espero al príncipe azul, que me traerá el viento del norte. No es tan fácil ser princesa, pero confesaré que yo si que soy una de esas. Las princesas no lloramos, solo morimos en silencio; las princesas nunca estamos tristes, solo morimos por dentro.

 Por eso haz que tu sonrisa cambie el mundo, pero nunca, jamás; dejes que el mundo cambie tu sonrisa.